Terminaba la última competencia del día en la manga de coleo y entre la alegría que imperaba en las tribunas más el hecho de cubrir el evento, me monté en la talanquera para observar a los coleadores luchar por una efectiva en el tiempo reglamentario. Ocupé un espacio cercano donde hablaban unos jovencitos, andaban vestidos con ropa para la ocasión.
La charla era sobre quien era el mejor coleador de la historia. Quien más conocimiento tenía en el papel era el de menor edad como cosa curiosa. Por el clima de la conversación y la forma en que exponían sus argumentos el turno pasaba por inadvertido. El asunto se volvió más interesante cuando comenzaron las comparaciones con otras disciplinas deportivas, no solo hablaban de Miguel Cabrera, también se citó a Greivis Vásquez. Sin embargo, el trío de guariqueños campeones ocupaban el sitial de honor, Omar Gamarra, Víctor Felizola y Jesús Aguilera, cuando de pronto una niña que estaba a mi lado les llamó la atención y señaló a una muchacha que estaba a mi lado: era Diana Maluenga.
Se trataba de la atleta femenina más ganadora de campeonatos nacionales del país; recordé que había dedicado algunas líneas importantes en un trabajo sobre ella en la revista El Chamo Coleador. Diana Carolina es un personaje icónico dentro del deporte nacional. Entre 2001 en adelante no tuvo enemigas claras, fue campeona hasta que se descuidó y tuvo que incurrir en algunos fallos que le divorciaron de los record de Omar Gamarra, Felizola y Aguilera, contando que también se coronó en un evento Panamericano y en un Mundial. Representó en muchas querellas a su gremio y representó a Venezuela en muchos intercambios internacionales.
Los jóvenes quedaron anulados con los comentarios de la niña y cuando Diana se les acercó para hablar con ellos y compartir un rato. Yo no abrí la boca para nada, estaba en juego la credibilidad de una parte y de la otra. Lo que me llamó más la atención fue el cariño de los pequeños hacia la gran campeona nacional. Una mujer sencilla y famosa, con la que tuve una grata conversación después, es una campeona hasta en las cosa más simples.
desde que llegó la nueva junta directiva. La representación de Yaracuy contó con Isidro Herrera (subcampeón del evento), Ricardo Jiménez, Jaime Azuaje (hijo), José Martínez, Salím Royé y el campeón nacional José Laya. No podía fallar la delegación yaracuyana que además se hizo acompañar de un gran delegado como lo es Andrés Arias, la ayuda del capitán Gabriel Canelón y la presencia de un personaje que lamentablemente está presente en el corazón de la familia del coleo de dicha región como lo era el amigo Vicencio Reyes; este éxito terminó cosechando con el aporte de Lorenzo Remedios, él depositó todas su confianza en José Laya para que llevara al estrellato a La Mala Cama, su consentida en esta disciplina deportiva, la cual a la postre se llevó el premio como la Mejor Yegua de la competencia. Según se había informado, el evento se llevaría a cabo en Barquisimeto y posteriormente fue transferido a la manga de coleo “Don Alejandro Álvarez”, ubicada en Cabudare, pero en el mismo estado Lara. Con el camino un tanto recorrido, Yaracuy, con la permanencia en el bolsillo de uno de los tres primeros lugares, buscaba un gran premio para culminar una campaña 2013 por todo lo alto.
Para los seguidores del coleo nacional en la pasada campaña 2013 no se registraron record o marcas dignas de reflejar en los libros y portales especializados en el deporte recio. El ranking nacional Por Equipos lo encabezó Portuguesa con 325 coleadas efectivas, con 118 coleadas nulas Táchira resultó el primero en este renglón, Guárico dominó el apartado de saques de puerta. En total fueron 5903 las coleadas efectivas logradas en todos los eventos nacionales, 2044 nulas, 12 amonestaciones graves y 750 saques de puerta. Luís Londoño de Cojedes logró 46 coleadas efectivas para encabezar el ranking nacional individual , Pedro Villavicencio de Falcón, Ely Aragort de Vargas, Juan Chacón de Táchira y Nestor Guayapero de Vargas con 12 coleadas nulas dominaron este departamento; Rafael Castillo, hijo, de Trujillo fue el único en lograr dos amonestaciones graves; José Otero en representación del estado Lara con 13 fue el máximo ganador en saques de puertas. Entre los ejemplares machos y hembras hubieron variantes pero nuevamente se lució Chinchorrito como en otras oportunidades alcanzando un centenar de coleadas y Cachetona se convirtió en una gran sorpresa participando en 11 eventos nacionales con una buena pasantía, queda demostrado que para alcanzar un buen número de coleadas a nivel general se deben combinar buen estado físico y suerte. 
El coleo es una disciplina deportiva tan sana que no se han registrado casos de atletas sancionados por consumir drogas de cualquier naturaleza y en ocasiones los que se han convertido en blanco de gente perniciosa son los ejemplares que participan en los eventos locales, regionales y nacionales. Con el correr del tiempo los casos de algunos coleadores que participaban en estado de embriaguez fueron subsanados, las reglas así lo determinan y establecen sanciones disciplinarias como tal, del resto en la disciplina sólo se han dado casos aislados de castigos por infligir las normas del deporte recio con penas de meses, años y suspensiones donde el agraviado ha tenido el derecho a apelar en dado momento. Gonzalo Escobar perdió un campeonato por una falta grave y César Arocha sufrió el mismo caso por una extensión en las riendas, pero del resto no se ha visto un caso que se recuerde por su gravedad.